Y le fue dado un rollo del profeta Isaías, y tras abrir el rollo, encontró el lugar donde había sido escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí... (Lucas 4,17-18a traducido del texto griego Nestlé-Aland). BLOG DEDICADO AL ESTUDIO Y A LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Estudio bíblico sobre Mateo 6,24-34. Aporte para la Misa del 8° Domingo del año (A)



 24 Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 25 Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? 26 Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? 28 ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. 29 Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 30 Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! 31 No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?». 32 Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. 33 Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. 34 No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. (Mateo 6,24-34).

  

Introducción
 
En esta sección litúrgica que se nos presenta también tendremos que considerar algunas dificultades para intentar descubrir el sentido mateano o al menos encaminarnos hacia allí. Ahora, los problemas de interpretación no vienen de la influencia del mundo de la política como es el caso de la v antítesis (5,38-42), lo cual hemos desarrollado para el domingo pasado, sino que ahora las dificultades vienen de los cristianos radicales itinerantes primitivos que pretendían ser literalmente "alimentados por Dios", y actualmente de la tentación demagógica de interpretar todo esto como un supuesto "canto a la holgazanería". La Iglesia entendió muy temprano, siguiendo el ejemplo de san Pablo, que el trabajo es un elemento constitutivo de la vida en Cristo.
 
Este pasaje bíblico forma parte del sermón de la montaña (5-7) y dentro de él podemos ubicarlo en las instrucciones de Jesús para el seno de la comunidad cristiana: (6,19-7,11).
 
Estructura
 
1) El dicho del v.24 (conecta con la perícopa posterior)
 
2) La perícopa de los vv.25-34:
·         Exhortación introductoria (v.25)
·         I razonamiento analógico.[1] Sobre la alimentación (v.26)
·         Razonamiento sobre el tiempo vital (v.27)
·         II razonamiento analógico. Sobre el vestido (v.28)
·         Exhortación sintética sobre el vestido (v.29-30)
·         Exhortación sintética sobre alimentos, bebidas y vestido (vv.31-33)  
·         Exhortación sobre el tiempo vital (v.34)
 
Es importante observar ya mismo como este texto no se trata de "ecuaciones bíblicas" o relaciones exactas entre las necesidades humanas y la vida silvestre sino de analogías. Eso es lo primero que debemos considerar para hacer una interpretación seria.
 
Comentario
 
1) El dicho del v.24: Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
 
En realidad, corresponde a la perícopa bíblica anterior: 6,19-24 que consiste en una serie de dichos para la comunidad sobre la mejor posibilidad de acumular riquezas en el cielo que en la tierra. El último de esos dichos es el v.24, pero también sirve de conectivo con la perícopa siguiente: 6,25-34.
 
Para mejorar nuestro estudio podemos poner "bajo la lupa" al v.24:
 
a. Nadie puede servir a dos señores
b. porque aborrecerá a uno
c. y amará al otro
c. o bien, se interesará por el primero
b. y menospreciará al segundo
a. No se puede servir a Dios y al Dinero.
 
Así, descubrimos un paralelismo en donde "a" se corresponde con "a", "b" con "b" y "c" con "c".
 
Bien, la palabra "Dinero" en la versión argentina es traducción de "Mamona" que se corresponde a una voz aramea que significa: "aquello en lo que se puede confiar" y que se aplica especialmente al dinero, aunque podría aplicarse a cualquier cosa o persona que se presente como base de confianza y servilismo, en conflicto o competitiva con Dios.[2] Para el judaísmo primitivo, en los targumim,[3] Mamona se refiere a las riquezas obtenidas de manera injusta (cf. Lc 16,9).[4] San Agustín interpreta el v.24 en relación a un servicio a las riquezas como quien sirve a un dios:

 
"El que sirve, pues, a la Mamona (esto es, a las riquezas) también sirve a aquel que, puesto a la cabeza de todas ellas por razón de su perversidad, es llamado por Dios príncipe de este mundo. O de otro modo, manifiesta quiénes son estos dos señores cuando dice: "No podéis servir a Dios y a las riquezas", o lo que es lo mismo, a Dios y al diablo, porque el hombre aborrecerá a éste y amará al otro (esto es, a Dios), o sufrirá al uno y despreciará al otro. Sufre un duro dominio todo el que sirve a las riquezas. Cegado por su codicia, vive sometido al diablo, y no lo quiere. Como aquel que está unido a la sierva de otro por la concupiscencia, sufriendo una dura esclavitud, aun cuando no ame a aquél cuya sierva ama. Obsérvese que ha dicho: "Y despreciará al otro", y no: "Le aborrecerá", porque apenas hay conciencia que pueda aborrecer a Dios. Mas se le puede despreciar, esto es, no temerle a causa de la confianza que inspira su bondad".[5]
 
Es importante recordar que Jesús en este contexto mateano está hablando del Reino de Dios en contraste con la tierra (cf. 6,19-20.33) y lo está haciendo para la comunidad de convertidos y comprometidos. Por tanto, no se trata de "construir un paraíso en la tierra" como prometió fracasadamente el marxismo internacional, sino de prepararse para el Reino de Dios definitivo, como quedará expuesto en los vv. siguientes. Otra clave son las expresiones "aborrecerá" y "amará". San Juan Crisóstomo lo interpreta en relación a la esclavitud espiritual hacia el dinero, la avaricia:
 
"Ya había el Señor refrenado la tiranía de la avaricia con muchas y grandes razones pero ahora añade otras más amplias. Las riquezas no nos dañan precisamente porque arman a los ladrones contra nosotros y porque oscurecen nuestra inteligencia, sino porque también nos separan de Dios. Y esto lo prueba con una razón muy fácil de comprender: "Ninguno puede servir a dos señores". Dice dos, porque mandan cosas contrarias. Si se entendiesen no serían dos sino uno, y manifiesta esto por lo que añade en seguida: "Porque aborrecerá al uno y amará al otro, o al uno sufrirá y al otro despreciará". Pone dos para demostrar que es fácil el tránsito a otra cosa mejor, diciendo: "Me he hecho esclavo del dinero" (amando las riquezas) Y demuestra que es posible llegar a otro estado, a saber, no sufriendo la esclavitud, sino despreciándola".[6]
 
Es interesante que "el judaísmo no presente unas expresiones tan crudas en boca de los rabinos, que eran a menudo pobres, y sí en cambio en Filón, hombre rico".[7] Acá, cabe actualmente una influencia proveniente del mundo político en la que se identifica lo que dice Jesús en este versículo con una supuesta revolución populista. Más allá de lo que podamos estudiar bíblicamente se aconseja leer el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia para no dejarse arrastrar por ninguna "Mamona". San Jerónimo comenta:
 
"La palabra Mamona en siríaco quiere decir riquezas. Oiga esto el avaro que se honra con el nombre de cristiano: no se puede a la vez servir a Dios y a las riquezas. Y sin embargo no dijo: "El que tiene riquezas", sino: "El que sirve a las riquezas". El que es esclavo de las riquezas las guarda como esclavo, pero el que sacude el yugo de su esclavitud, las distribuye como señor".[8]
 
2) La perícopa de los vv.25-34   

 
Exhortación introductoria (v.25): Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
 
El "por eso les digo", según un amplio consenso, conecta con lo anterior en Q[9] que es Lc 12,11-12:[10] "Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir".
 
Ahora tiene sentido, como una enseñanza mateana que se dirige a los cristianos comprometidos de Siria cuando ya se ha desatado la persecución romana hace décadas y por tanto relaciona convenientemente la predicación primigenia de Jesucristo acerca del Reino de Dios, que en Mateo siempre es futuro,[11] con una noción apocalíptica para resistir en Cristo los momentos de persecución. Así, las necesidades humanas más básicas (comida, bebida y vestido) pierden terreno ante la rigurosa ética mateana. San Hilario comenta:
 
"O de otro modo, como el sentido de estas palabras se ha adulterado respecto del cuidado que debemos tener por las cosas futuras, y como los infieles se han burlado respecto de lo que habrá de suceder con los cuerpos en la futura resurrección y de lo que constituirá el alimento en la vida eterna, Dios reprende por lo tanto la malicia de esta cuestión tan inútil, diciendo: "¿Acaso el alma no es más que la comida?". No permite, pues, que nuestra esperanza acerca del porvenir en la resurrección se detenga con preocupación de la comida, de la bebida y del vestido, con el fin de que con esa inquietud por las cosas mínimas no se infiera ofensa alguna al que ha de devolvernos el cuerpo y el alma".[12]
 
Es interesante la expresión griega merimnate que es traducida como "no se inquieten", especialmente para entender lo que sigue, ya que significa "estar ansioso" con una preocupación distrayente.
 
I razonamiento analógico. Sobre la alimentación (v.26): Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
 
Sin duda que tanto Jesús como Mateo conocían bien la Torá y el relato en que José hace ahorrar a Egipto durante 7 años para prepararse para la hambruna, clave del éxito económico del país (cf. Gn 41) y también su política agraria (Gn 47). Seguro que conocían los relatos de la gran riqueza que llegaron a tener los patriarcas, etc.
 
Pero entre los radicales itinerantes se interpretó de manera extrema: "Encontramos la renuncia al trabajo en los eremitas egipcios primitivos, que pretendían ser alimentados exclusivamente por Dios, y algo más tarde en los euquitas o mesalianos, que postulaban la oración incesante".[13]
 

Vale todo lo dicho anteriormente. La alimentación es una necesidad básica del ser humano, sería necio negar la importancia del trabajo. Jesús invita a sus discípulos a mirar el Reino de Dios definitivo, lo cual no nos saca de este mundo sino que nos pone en las prioridades adecuadas en espera de su concreción. El filósofo danés Soren Kierkegaard, un gran hermeneuta de Mt 6,25-34 dice algo muy interesante sobre "el afligido" en su libro "Discursos edificantes en varios espíritus": «cuando se distrae con los pájaros, piensa en algo distinto de su aflicción, puede recapacitar sobre lo magnifico que es trabajar, lo magnifico que es ser hombre, si lo olvida de nuevo en el trabajo, allí, entonces quizá el pájaro le recordará lo olvidado». 
 

 
Razonamiento sobre el tiempo vital (v.27): ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?
 
Una traducción también sería: "¿...puede añadir sobre su estatura un solo codo? Es más literal y podría responder a un midrash de los judíos que creían que Adán había perdido parte de su estatura con el pecado (¿se relaciona con el relato de Zaqueo en Lc 19,1-10?). Pero se ha preferido la traducción de la versión argentina porque en la actualidad la gente desea vivir en la "eterna juventud".
 
Se trata de un razonamiento de tipo proverbial relacionado con el proverbio final de la perícopa: No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. Cobra más sentido cuando se lo relaciona con Q (cf. Lc 12,11-12).
 
II razonamiento analógico. Sobre el vestido (v.28): ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.
 
Los lirios del campo no responden a una flor determinada sino más bien a flores silvestres. El tejer era una actividad propia de las mujeres en Palestina. San Juan Crisóstomo comenta:
 
"Después que demostró a sus discípulos que no era conveniente andar solícitos con el alimento, pasó a otra cosa más sencilla. No es tan necesario el vestido como el alimento, y por ello dice: "¿Y por qué andáis acongojados por los vestidos?" No usa aquí del ejemplo de las aves, para citar como ejemplo el pavo real o el cisne, de quienes se podrían tomar ejemplos parecidos, sino que usa del ejemplo de los lirios, diciendo: "Considerad cómo crecen los lirios del campo". Quiere demostrar con estas dos cosas la sobreabundancia de sus dones, a saber, con el derroche de hermosura y la vileza de los que participan de tanto decoro".[14]
 
Exhortación sintética sobre el vestido (v.29-30): Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
 
La imagen de Salomón cumple una función proverbial. La hierba del campo al secarse era utilizada por los pobres para combustible. Los "hombres de poca fe" nos refiere a un auditorio concreto y podría evocar tradiciones acerca de los que salían a buscar maná en sábado (cf. Ex 16,22-31). El genial san Juan Crisóstomo comenta:
 
"No los llama ya lirios del campo, sin heno, manifestando así su vileza. Y opone otra vileza, diciendo: "Que son hoy", y no dijo: "Mañana no serán", sino algo que es mucho más lamentable: "Que serán arrojados al horno". Cuando dice: "Cuánto mejor vosotros", se da a entender, aunque de una manera indirecta, la alta honra del género humano, como si dijese: "Vosotros, a quienes mi Padre dio un alma, formó un cuerpo, envió profetas y entregó su Hijo Unigénito".[15]    
 
Exhortación sintética sobre alimentos, bebidas y vestido (vv.31-33): No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?». Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.
 
La referencia al Reino, como ya dijimos, es siempre futura en Mateo, la cláusula acerca de la justicia pone la exhortación en una espera activa de acuerdo al espíritu del sermón de la montaña. El Pseudo Crisóstomo comenta:
 
"Por lo tanto, el que crea que en Dios se da providencia, espere de su mano el alimento, pero considere que lo mismo debe esperar lo bueno que lo malo de lo que, si no fuere solícito, ni se librará del mal, ni podrá alcanzar el bien. Por ello añade: "Buscad primero el reino de Dios y su justicia". El Reino de Dios es el premio de las buenas obras, y su justicia el camino de la piedad, por la que se va al reino. Si piensas en la gloria de los santos, es necesario que, o te separes del mal por temor de la pena, o te encamines al bien por el deseo de la gloria. Y si piensas en la justicia de Dios (a saber, qué es lo que Dios aborrece y lo que Dios ama), su misma justicia te manifiesta sus caminos, que siguen todos aquellos que lo aman. No daremos razón, pues, de si somos pobres o ricos, sino si obramos bien o mal, porque esto entra en nuestro libre albedrío".[16]
 
Exhortación sobre el tiempo vital (v.34): No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
 
Se trata de un proverbio. El día de mañana refiere al Reino de Dios definitivo, el "todavía no". San Jerónimo nos aporta:
 
"Mañana, en los sagrados Libros, se entiende la vida futura, como dice Jacob: "Mi justicia me oirá mañana" (Gn 30,33); y en aparición de Samuel, la pitonisa dice a Saúl: "Mañana estarás conmigo" (1S 28,19) Concede, pues, que debamos andar preocupados por las cosas presentes, pero nos prohíbe pensar en las cosas futuras. Nos basta el pensar en las cosas presentes; las futuras, como inciertas que son, dejémoslas a Dios. Y esto es lo que indica cuando añade: "Porque el día de mañana, a sí mismo se traerá su cuidado". Esto es, traerá consigo su propia preocupación: "Bastante tiene el día de hoy con su malicia". Aquí no debe interpretarse la palabra malicia como contraria a la virtud, sino que debe entenderse el trabajo, la aflicción, y las penas de la vida".[17]
 
Conclusión
 
Lo más importante es no confundir el v.24 con una cuestión política. Asimismo, el resto de la sección litúrgica no debe servir a una apología de la holgazanería o del pasivismo espiritualista. Estas serían las peores interpretaciones que se pueden hacer de esta enseñanza de Cristo en el Evangelio mateano.
 
Hemos visto como tanto el estudio actual como los santos padres no caen en interpretaciones demagógicas o irreales de Mt 6,24-34 sino que nos ayudan a buscar el sentido: Jesús alienta a sus discípulos, a los comprometidos con Él a contemplar el Reino de Dios definitivo, la visión beatífica, así las tribulaciones y sufrimientos de la vida son circunstancias temporales hacia el Reino de Dios.
 
El Señor no quiere que padezcamos necesidades tales como falta de alimento, falta de agua o desnudez pero la exigente ética de Mateo nos pide: Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.
 
 
Prof. Mauricio Shara  





[1] Analógico es aquello que es en parte similar y en parte diferente p.e. la comparación entre necesidades humanas con pájaros y flores.

[2] Cf. Xavier Picaza, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Navarra, Verbo Divino, 2007, 594-596.

[3] Paráfrasis aramea de los textos del AT junto a una interpretación.

[4] Cf. Armando Levoratti, Evangelio según san Mateo en Comentario Bíblico Latinoamericano, Navarra, Verbo Divino 2007, 316.

[5] San Agustín, de sermone Domini, 2,14 en Catena aurea.

[6] San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 21,1 en Catena aurea.

[7] Ulrich Luz, El Evangelio según san Mateo. Tomo I. Salamanca, Sígueme, 1993, 507.

[8] San Jerónimo en Catena aurea sobre Mt 5,24.

[9] El llamado documento Q habría sido escrito antes del 70 d.C. Se trata de un descubrimiento intelectual que consiste en detectar una colección de dichos que existe en Lc y Mt pero no en Mc.

[10] Cf. Ulrich Luz, El Evangelio.

[11] Es la opinión concluyente de un estudioso súper especializado como Ulrich Luz en o.c.
[12] San Hilario, homiliae in Matthaeum, 5 en Catena aurea.

[13] Ulrich Luz, o.c.

[14] San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 22,1 en Catena aurea.

[15] Ibid.

[16] Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum in Matthaeum, hom. 17 en Catena aurea.

[17] San Jerónimo en Catena aurea sobre Mt 5,34.

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